Arturo Jauretche – Biografía y frases

Posted: junio 13, 2009 in Historia
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Biografía:Frases:
  • Los intelectuales argentinos suben al caballo por la izquierda y bajan por la derecha.
  • El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los
    pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir
    por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza.
  • No existe la libertad de prensa, tan sólo es una máscara de la libertad de empresa.
  • Las disputas de la izquierda argentina son como los perros de los
    mataderos: se pelean por las achuras, mientras el abastecedor se lleva
    la vaca.
  • Yo no soy un “vivo”, soy apenas un gil avivado.
  • El nacionalismo de ustedes se parece al amor del hijo junto a la tumba
    del padre; el nuestro, se parece al amor del padre junto a la cuna del
    hijo (…) Para ustedes la Nación se realizó y fue derogada; para
    nosotros, todavía sigue naciendo.
  • Todos los sectores sociales deben estar unidos verticalmente por el
    destino común de la Nación (…) Se hace imposible pensar la política
    social sin una política nacional.
  • Es frecuente el error de oponer la política realista a la política
    idealista. Error que proviene de confundir al político practicón con el
    realista. El practicón que es un simple colector de votos o fuerzas
    materiales. El realismo consiste en la correcta interpretación de la
    realidad y la realidad es un complejo que se compone de ideal y de
    cosas prácticas[...] Ni escapa al círculo de los hechos concretos por
    la tangente del sueño o la imaginación, ni está tan atado a lo concreto
    que se deja cerrar por el círculo de lo cotidiano al margen del futuro
    y el pasado. Para una política realista la realidad está constituida de
    fines y medios, de antecedentes y consecuentes, de causas y concausas.
  • Lo actual es un complejo amasado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será.
  • La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los
    poderes económicos. Estamos en un mundo económicamente organizado por
    medidas políticas, y el que no organiza su economía políticamente es
    una víctima. El cuento de la división internacional del trabajo, con el
    de la libertad de comercio, que es su ejecución, es pues una de las
    tantas formulaciones doctrinarias, destinadas a impedir que organicemos
    sobre los hechos nuestra propia doctrina económica.
  • La falsificación (de la historia) ha perseguido precisamente esta
    finalidad: impedir, a través de la desfiguración del pasado, que los
    argentinos poseamos la técnica, la aptitud para concebir y realizar una
    política nacional. Mucha gente no entiende la necesidad del
    revisionismo porque no comprende que la falsificación de la historia es
    una política de la historia, destinada a privarnos de experiencia que
    es la sabiduría madre.
  • Ahora a Gardel (Carlos Gardel) en vez de escucharlo, lo analizan. Es un
    disparate pedirle conciencia de clase, como es un disparate pedirle
    conciencia de clase a Cassius Clay o a Bonavena (Oscar Bonavena). El es
    un mito. Como Rockefeller, con la diferencia que éste no fue un cantor
    de éxito, que empezó de abajo, prosperó y se adaptó a su público. A un
    hombre que canta bien no se le pregunta si traiciona o no a su clase.
  • Los argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida de todos los
    días. Y cuando las industrias se liquiden y comience la desocupación,
    entonces habrá muchos que no tendrán ni para pagarse esa comida. Será
    el momento de la crisis deliberada y conscientemente provocada (…) No
    habrá entonces más remedio que contraer nuevas deudas e hipotecar
    definitivamente nuestro porvenir. Llegará entonces el momento de
    afrontar las dificultades mediante la enajenación de nuestros propios
    bienes, como los ferrocarriles, la flota mercante o las usinas.
  • Asesorarse con los técnicos del Fondo Monetario Internacional es lo
    mismo que ir al almacén con el manual del comprador, escrito por el
    almacenero.
  • La juventud tiene su lucha, que es derribar a las oligarquías
    entregadoras, a los conductores que desorientan y a los intereses
    extraños que nos explotan.
  • En el territorio más rico de la tierra vive un Pueblo pobre, mal
    nutrido y con salarios de hambre. Hasta que los argentinos no
    recuperemos para la Nación y el Pueblo el dominio de nuestras riquezas,
    no seremos una Nación soberana ni un Pueblo felíz.
  • No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el
    cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva
    Argentina a través de los jóvenes. No se lamenten los viejos de que los
    recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre
    es así: se gana con los nuevos.
  • Hasta que un dia el paisano acabe con este infierno, y haciendo suyo el
    gobierno, con solo esta ley se rija: o es pa’ todos la cobija, o es pa’
    todos el invierno.
  • Ese es el gran problema argentino: es el de la Inteligencia que no
    quiere entender que son las condiciones locales las que deben
    determinar el pensamiento político y económico.
  • (…) Pero se sigue adoctrinando sistemáticamente en la enseñanza de la
    historia para lo cual los réprobos son los que defendían la soberanía y
    los próceres los que la traicionaban para fines institucionales.
  • En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del
    hombre de la calle. Si hay un misterio, reside él en el oculto
    propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la
    disimulación del interés concreto a que se sirve.
  • Pero los propietarios de los bancos privados no son los depositantes,
    sino un grupo de financieros que controla el capital accionario, recoge
    los ahorros de los depositantes y lo dirige hacia los fines que
    interesan a ese grupo financiero.
  • Mientras los totalitarios reprimen toda información y toda
    manifestación de la conciencia popular, los cabecillas de la
    plutocracia impiden, por el manejo organizado de los medios de
    formación de las ideas, que los pueblos tengan conciencia de sus
    propios problemas y los resuelvan en función de sus verdaderos
    intereses.
  • El que maneja el crédito maneja más la moneda que el que la emite. El
    que maneja el crédito maneja más el comercio de exportación e
    importación que el que compra y el que vende. El que maneja el crédito
    estimula determinadas formas de producción y debilita otras; el que
    maneja el crédito establece qué es lo que se ha de producir y que es lo
    que no; determina lo que puede y lo que no puede llegar al mercado con
    facilidades de venta, y maneja por consecuencia el consumo.
  • (…) Se confundió civilización con cultura, como en la escuela se
    sigue confundiendo instrucción con educación. La idea no fue
    desarrollar América según América, incorporando los elementos de la
    civilización moderna; enriquecer la cultura propia con el aporte
    externo asimilado, como quién abona el terreno donde crece el árbol. Se
    intentó crear Europa en América, trasplantando el árbol y destruyendo
    al indígena que podía ser un obstáculo al mismo para su crecimiento
    según Europa, y no según América.
  • Porque estos periódicos tan celosos de la censura oficial se
    autocensuran cuando se trata del avisador; el columnista no debe chocar
    con la administración. Las doctrinas, los hechos, los hombres, se
    discriminan en función del aviso; así hay tabúes tácitos y se sabe que
    no se debe mencionar, que camino no hay que aconsejar, que cosas son
    inconvenientes.
  • El ciudadano tiene la ilusión que elige y sólo se limita a escoger
    entra la reducida lista que los financieros han decretado apta para el
    consumo popular. El político y su partido lo saben y sabe por
    consecuencia que antes de someterse a la elección popular ha de tener
    el visto bueno de los financieros, y este visto bueno se obtiene a
    cambio de la entrega de los intereses populares. Cuando el día del
    comicio llega, el pueblo no elige sino dentro de la opción que los
    financieros le proporcionan.
  • Esto ocurre aquí y en cualquiera de las llamadas grandes democracias.
    Mientras en los países totalitarios el pueblo es un esclavo sin voz ni
    voto, en los “democráticos” es un paralítico con la ilusión de la
    libertad al que las pandillas financieras usurpan la voluntad hablando
    de sus mandatos.
  • Porque los medios de información y la difusión de ideas están
    gobernadas, como los precios en el mercado y son también mercaderías.
    La prensa nos dice todos los días que su libertad es imprescindible
    para el desarrollo de la sociedad humana, y nos propone sus beneficios
    por oposición a los sistemas que la restringen por medio del estatismo.
    Pero nos oculta la naturaleza de esa libertad, tan restrictiva como la
    del estado, aunque más hipócrita, porque le libre acceso a las fuentes
    de información no implica la libre discusión, ni la honesta difusión,
    ya que ese libre acceso se condiciona a los intereses de los grupos
    dominantes que dan la versión y la difunden.
Obras destacadas:
  1. Política nacional y revisionismo histórico (1959).
  2. Los profetas del odio y la yapa (1957).
  3. Prosas de hacha y tiza (1960).
  4. Forja y la década infame (1962).
  5. El Medio Pelo en la Sociedad Argentina (1966).
  6. Manual de zonceras argentinas (1968).
O es pa’ todos la cobija, o es pa’ todos el invierno
Pensador, escritor, ensayista y político argentino, gran crítico y
protagonista de la historia Argentina. Arturo Jauretche fue el primero
de los diez hijos que tuvieron Pedro Jauretche, funcionario municipal y
figura importante del partido Conservador de Lincoln y Angélica
Vidaguren, maestra. La infancia y adolescencia de Arturo Jauretche
transcurren en su ciudad natal y tiempo después, tras radicarse en
Chivilcoy, participa en las luchas estudiantiles por la Reforma
Universitaria de 1918. En 1922 simpatizó con el nuevo modelo de
integración social promovido por la Unión Cívica Radical y se incorporó
al sector de Hipólito Yrigoyen, los llamados radicales personalistas.
En 1928, Arturo Jauretche fue nombrado funcionario en el segundo
mandato de Yrigoyen, pero sólo duró hasta 1930, cuando se produjo el
primer golpe de estado (1930-1943) encabezado por José Félix Uriburu,
que dio lugar a la llamada Década Infame. Desde ese momento, Arturo
Jauretche protagonizó la lucha callejera, combatiendo a mano armada con
los insurrectos y desarrollando una intensa actividad política. En 1933
hallándose en la provincia de Corrientes, tomó parte en el alzamiento
de los coroneles Roberto Bosch y Gregorio Pomar y tras ser derrotados
cayó preso. La disparidad de criterios entre Arturo Jauretche y el
radicalismo encabezado por Marcelo Torcuato de Alvear propiciaron en
1939 el nacimiento de la agrupación política FORJA (Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina), de desarrolla los
lineamientos del nacionalismo democrático. Durante la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945), desde FORJA sostuvo la posición de neutralidad.
Luego del golpe militar de 1943 que derrocó al gobierno fraudulento de
Ramón Castillo, FORJA anunció que sus objetivos se habían satisfecho y
se disolvió en 1945. Ese mismo año, Arturo Jauretche se adhirió al
peronismo y unos años después fue nombrado presidente del Banco de la
Provincia de Buenos Aires, cargo que mantuvo hasta 1951. Tras
producirse la Revolución Libertadora que derrocara a Juan Domingo Perón
en 1955, Arturo Jauretche fundó el periódico “El Líder” y el semanario
“El ’45″, donde criticó el régimen de facto y fue perseguido y obligado
a exiliarse en Montevideo (Uruguay). En el exilio se mantuvo crítico
con la sociedad argentina, proponiendo la integración de los intereses
de la burguesía y el proletariado para el desarrollo de una economía
sólida. Esta posición le granjeó enemistades por parte de los liberales
y de la dirigencia justicialista. Lo que caracterizó a Arturo Jauretche
a lo largo de su vida fue su honestidad intelectual y su permanente
compromiso con sus ideales. Su última relación con la política fue en
1961 cuando se postuló a senador nacional y no logró ingresar al
senado. A partir de entonces, la actividad como escritor de Arturo
Jauretche fue intensa, llegando a publicar el primer volumen de su
autobiografía “De memoria. Pantalones cortos” en 1972 y falleciendo
antes de terminar los tres volúmenes de su obra. Arturo Jauretche
popularizó palabras que definen actitudes políticas, como “oligarca” o
“vende patria”.

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